El cargador de barcos tiene una capacidad de transporte de 720 toneladas por hora. Se desplaza a una velocidad de 20 metros por minuto con una longitud de recorrido de 195 metros. Se manipula un gran número de materiales a granel de distintos tipos y consistencias. Debido a la eliminación de otras cargadoras y a la alta utilización de la capacidad, la conversión de la cargadora tuvo que diseñarse desde el principio para que pudiera soportar la pesada carga en todo momento. A pesar de la falta de redundancia mediante sistemas de sustitución, no debían producirse tiempos de inactividad prolongados.
Desde la puesta en servicio definitiva del cargador en 2000, no se ha producido ningún fallo en la cadena energética, ni mecánico ni relacionado con los cables. No ha sido necesario sustituir ningún cable ni eslabón de la cadena.