El objetivo de la impresora MTplus 300D era construir una impresora robusta y fácil de fabricar que pudiera utilizarse para producir prototipos de plástico de forma rápida y económica. Gracias al proceso de impresión 3D, no se necesitan moldes caros ni barras especiales. Por tanto, la impresora es un complemento ideal para el proceso de desarrollo en una oficina de diseño, pero también para la educación de alumnos y estudiantes.
Esta tecnología permite crear piezas de muestra o prototipos en muy poco tiempo, de modo que el desarrollador puede sostener e inspeccionar su diseño en la mano al cabo de pocas horas.
Para el mecanismo 3D de la impresora cartesiana se utilizan guías lineales en todos los ejes. Éstas deben alinearse y montarse con gran precisión. Esto suele requerir complejos dispositivos de medición y ajuste. Sin embargo, como la impresora 3D se envía al cliente final como un kit en piezas individuales, una tecnología tan compleja no era razonable. Había que encontrar una solución modular que fuera lo más fácil posible de instalar. Además, los lubricantes pueden influir negativamente en el resultado de la impresión, por lo que el objetivo era un funcionamiento sin lubricantes. La ausencia de medidas de mantenimiento debidas a la lubricación externa también favorece el funcionamiento sobre un escritorio o en una oficina de diseño, ya que no hay riesgo de contaminación por lubricantes.