Cuando es necesario garantizar el movimiento, deben cumplirse elevadas exigencias en las condiciones adversas de la agricultura. Las juntas de la maquinaria agrícola suelen requerir lubricación para garantizar un funcionamiento sin fricción. El inconveniente: en las aplicaciones convencionales se utilizan casquillos metálicos, que requieren una buena lubricación. Esto requiere grandes cantidades de grasa, que se suministra al cojinete a través de puntos de lubricación. A menudo no es posible sellar correctamente los componentes lubricados para que no se escape la grasa nociva. Se trata de un problema especial en la agricultura, ya que los agricultores deben evitar a toda costa la contaminación ambiental por lubricantes. "Por lo tanto, buscábamos una aplicación con bajos requisitos de lubricante para la SecatFlex SL," explica Andreas Erl, responsable del desarrollo de la azada para purines en Holmer Maschinenbau. A partir de su contacto existente con igus®, Erl y su equipo conocieron rápidamente el Cojinete de deslizamiento especial iglidur® SG03 a su atención. "El SG03 mata dos pájaros de un tiro y por eso es tan adecuado para Holmer," dice Thomas Weber, que apoya a Holmer como consultor técnico de ventas en igus®. Porque, como todos los cojinetes de fricción iglidur®, el SG03 no necesita lubricación externa. Al mismo tiempo, ofrece una junta de fieltro, que sella los puntos de apoyo contra la suciedad y el polvo. Esto supone una gran ventaja, especialmente en la agricultura. Las articulaciones suelen estar expuestas a cargas extremas y deben ofrecer un alto grado de fiabilidad. En pruebas de laboratorio, igus® ha logrado una vida útil hasta 50 veces mayor para el cojinete de fricción con junta de fieltro en comparación con las soluciones convencionales. Además, iglidur® SG03 impresionó en las pruebas por su resistencia al desgaste.
El hecho de que Holmer Maschinenbau haya elegido una vez más los componentes igus® para el SecatFlex SL se debe a la larga cooperación entre las dos empresas. "En realidad, siempre hemos utilizado casquillos igus®," dice Andreas Erl. Mientras tanto, la prueba práctica ha demostrado que Holmer ha elegido la solución correcta. La primera máquina de preserie está en camino en Hungría, donde se fertiliza una superficie de 1.000 hectáreas de maíz.