Una de las mayores ventajas de la fabricación aditiva es la producción sin herramientas. A diferencia de los procesos de fabricación convencionales, como el fresado o el moldeo por inyección, no se necesitan herramientas adicionales. Esto permite imprimir pequeñas cantidades y resulta muy útil en la fase de desarrollo. Al mismo tiempo, no hay residuos durante la producción, ya que el polvo SLS que queda tras la impresión puede reutilizarse. Además de los menores costes, también es posible realizar ajustes y mejoras rápidas en la impresión y el material, como en este caso. Como sólo se necesita un clip adaptador izquierdo y otro derecho por cadena, la cantidad total por pedido sigue siendo baja. Esto acorta el tiempo de desarrollo y mantiene bajos los costes de desarrollo. El tacto y el aspecto también pueden evaluarse en muy poco tiempo. El sencillo proceso de pedido con el servicio de impresión 3D también fue un factor decisivo a la hora de encargar las piezas personalizadas.